“Siempre hay un modo de hablar con el lenguaje del corazón”.(Don Bosco)
Entre las muchas frases de acogida esta me llamó atención, al llegar en la fraternidad de Bahía Blanca, fui recibida con mucha alegría, a pesar del frío sentí el calor en la hermandad, me quedé una semana en esta fraternidad donde compartimos nuestras alegrías, desafíos y experiencias. Después viajé para Trelew también fui recibida con mucha alegría por las hermanas que hacen parte del núcleo, Argentina y Chile sentí como si algo nuevo estuviera naciendo era la primavera llegando y desabrochando los botones de las flores. El frío inmenso, pero la alegría de estar juntas en un nuevo desafío nos acerca cada día mas.
Aquí me encuentro con muchas dificultades y muchos desafíos, en esos momentos percibo la intensidad de la frase y realmente el lenguaje del corazón me ayuda a expresarme, a comprender y ser comprendida .Es realmente una realidad muy distinta de la mía, la cultura, el clima , la costumbres, el idioma…
Siento cada día mas fuerte la presencia de Dios através del pueblo, de la naturaleza y de todo lo que está a mi alrededor, es aprender cosas nuevas de una manera nueva.
Me regalaron un encuentro después de mas o menos, diez días que llegué. El (CONFAR) Conferencia de los religiosos y religiosas de Argentina. El tema fue “En camino donde la vida reclama”. Fue un enorme regalo de Dios en los primeros días aquí viendo, escuchando y conociendo la realidad, me enfrento al camino por donde la vida reclama y fue llamada a escuchar ese grito, percibiendo que son muchos los que gritan en varios ámbitos de nuestra vida. En este lugar que estoy la realidad me lleva a ver al Cristo que pasa frío, hambre y grita por igualdad. Este suelo que piso también es sagrado, con su frío, viento y aridez es una tierra que da frutos, que da vida. Esta Vida que nace y renace cada día con su cultura distinta, su naturaleza bella y su pueblo acogedor. Después de todo lo que vi y oír siento que Dios habla conmigo como habló con Moisés y me dice “quítate las sandalias, porque el suelo que estas pisando es una tierra santa. El continuó, yo he visto la opresión de mi pueblo y he oído los gritos de dolor, conozco muy bien sus sufrimientos.
Ahora ve, yo te envío. Y mas de una vez escucho el llamado de Dios, que acrecienta YO ESTARÉ CONTIGO.
Me encuentro con la dificultad de hablar y expresarme, entonces el me dijo. YO TE ASISTIRÉ SIEMPRE QUE HABLES Y TE INDICARÉ LO QUE DEBES DECIR.”(EX.3y4).
Luego tuve la gracia de participar del segundo congreso Catequístico diocesano donde el tema era “Anticipar la aurora, construir la esperanza”.Con ese congreso pude conocer el suelo que pisan los catequistas y sentí que en esta realidad patagónica están intentando dar una nueva respuesta al clamor de los pueblos, ampliando sus horizontes, descubriendo una catequesis mas encarnada y inclusiva donde la palabra de Dios nos cuestiona y nos impulsiona a dar una respuesta concreta. Fue un encuentro alegre y muy participativo. Estábamos intentando anticipar la aurora y construir la esperanza.
También en esta región patagónica ya desfruté de los mas variados sabores y belleza.
Compartiendo el mate con las mujeres, los chicos, los jóvenes y las hermanas de la fraternidad, también conocí las facturas, las bellas playas, el riquísimo vino y muchas otras cosas que tienen aquí. Que lindo decir: Estoy aquí caminando despacio acostumbrándome, intercambiando y aprendiendo cada día mas.
“Camino despacio porque ya tuve prisa y llevo esa sonrisa porque ya lloré mucho. Hoy me siento mas fuerte mas feliz, quién sabe, solo llevo la certeza de que mucho poco yo sé o nada sé.”
Un enorme abrazo lleno de cariño Y un gran Axé.
Geisa
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